En un negocio como lo puede ser una farmacia, la importancia de ciertos muebles sobre otros es indiscutible. Por ejemplo, como pasa con el mostrador.
Y es que esta pieza del mobiliario de tu comercio será la que te separe de tu cliente. Es por eso que va a establecer esa distancia a la que os tendréis que hablar. Pero aquí no hablamos de longitudes sino de percepciones.
A una farmacia no acudimos a pedir tomates o camisetas. Elementos que todo el mundo adquiere en algún momento de su vida. Hablamos de un negocio en el que lo que va a primar es la confianza.
El tipo de cliente de una farmacia
Cuando abrimos las puertas de una nueva farmacia esperamos recibir clientes muy variopintos. Pero no debemos olvidar que algunos de ellos acudirán a nosotros para conseguir medicación. Ya sea crónica o puntual.
Esto significa que vamos a trabajar con información sensible de otras personas. Por eso es tan importante conseguir establecer esos vínculos de confianza con nuestros clientes. Tanto o más que en cualquier otro negocio.
Imagina un mostrador muy alto y ancho, frente al que algunas personas tuvieran que levantar la voz para hacerse oír ¿cuántas veces crees que volverían a acudir a tu negocio?
Es un ejemplo muy básico pero seguro que así es más sencillo entender el concepto. El enorme papel que juegan las barreras que interponemos entre nuestros clientes y nosotros.
Barreras físicas que, volviendo al inicio, se convierten en sociales o psicológicas y, por ende, también comerciales.
Al mostrador tienes que pedirle que te permite una cercanía física con tus clientes. Que no suponga una barrera y que forme parte de tu estrategia comercial para ganarte su confianza.
Cuestionemos de nuevo la importancia del mostrador
Antaño había ciertos enfermos que estaban destinados al aislamiento social. La mayor parte de las veces se debía a la ignorancia generalizada; no sabías si podías dar la mano o dos besos. Eso generaba miedo y rechazo.
Hoy en día todos hemos tomado alguna medicación en algún momento. Quizás lo hacemos de forma periódica o constante, pero a ninguno nos gusta que eso sea motivo de distanciamiento o discriminación.
Sin embargo, todavía hay situaciones que es preciso normalizar. Es por eso que un trato cercano es tan importante para todo el mundo. Y es que, además, hay partes de nuestro cuerpo que nos siguen avergonzando.
Un farmacéutico debe comprender este hecho y ser capaz de ofrecer esa cercanía a sus clientes. Esto permitirá que el trato sea más agradable y también que se hable con más naturalidad de cualquier necesidad.
Pero, tal y como decíamos antes, es justo este mueble (el mostrador) el que va a estar entre tus clientes y tú. ¿Verdad que ahora te parece que sin duda tiene una importancia esencial dentro del conjunto de tu negocio?
A ese mostrador tienes que pedirle que te permite una cercanía física con tus clientes. Que no suponga una barrera psicológica y que forme parte de tu estrategia comercial para ganarte su confianza.
Mostrador de farmacia en términos ideales
Las últimas tendencias han demostrado ser muy útiles y funcionales. Así como jugar un papel principal en las ventas y crecimiento de ciertos negocios como las farmacias.
El mostrador de una farmacia es ahora un elemento que invita a acercarse.
Ya no tiene esas connotaciones que se les atribuía a los muebles de antes. Cuya función parecía ser mantener las distancias entre una y otra clase de personas. De una parte los proveedores y al otro lado el pueblo llano.
Finalmente, hemos comprendido la importancia del trato humano en situaciones como esta. Y, sobre todo, cuanto puede eso contribuir a mejorar las ventas de un negocio como el que nos ocupa.
Es por eso que debemos recomendarte que, cuando vayas a adquirir o renovar el mostrador de tu farmacia, pienses bien en cómo quieres que sea tu trato con tus clientes y en cómo quieres que ellos te vean a ti.